Blanca Leonor Varela Gonzales.

Así sea
El
día queda atrás,
apenas
consumido y ya inútil.
Comienza
la gran luz,
todas
las puertas ceden ante un hombre
dormido,
el
tiempo es un árbol que no cesa de crecer.
El
tiempo,
la
gran puerta entreabierta,
el
astro que ciega.
No
es con los ojos que se ve nacer
esa
gota de luz que será,
que
fue un día.
Canta
abeja, sin prisa,
recorre
el laberinto iluminado,
de
fiesta.
Respira
y canta.
Donde
todo se termina abre las alas.
Eres
el sol,
el
aguijón del alba,
el
mar que besa las montañas,
la
claridad total,
el
sueño.
Dama de blanco
el
poema es mi cuerpo
esto
la poesía
la
carne fatigada
el
sueño el sol
atravesando
desiertos
los
extremos del alma se tocan
y
te recuerdo Dickinson
precioso
suave fantasma
errando
tiempo y distancia
en
la boca del otro habitas
caes
al aire eres el aire
que
golpea con invisible sal
mi
frente
los
extremos del alma se tocan
se
cierran se oye girar la tierra
ese
ruido sin luz
arena
ciega golpeándonos
así
será ojos que fueron boca
que
decía manos que se abren
y
se cierran vacías
distante
en tu ventana
ves
al viento pasar
te
ves pasar el rostro en llamas
póstuma
estrella de verano
y
caes hecha pájaro
hecha
nieve en la fuente
en
la tierra en el olvido
y
vuelves con falso nombre de mujer
con
tu ropa de invierno
con
tu blanca ropa de
invierno
enlutado
Poeta peruana
1926
.Lima (Perú) – 2009- Lima (Perú)
Publicó: Canto
villano; Ese puerto existe; Luz de día; Luz de día; Casa de cuervos.
Valses y otras falsas
confesiones; Concierto animal; El libro
de barro; Puerto Supe; Ejercicios materiales.. entre otros
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