El cuarto angosto
Lucas estaba parado en medio de la habitación
mirando a su alrededor con ojos atónitos. Al comienzo sólo lo intuyó, pero en
ese momento estaba seguro de lo que ocurría. La puerta había desaparecido
totalmente: un listón de madera ocupaba su lugar. Sus labios se secaron y su
garganta ahogó el alarido.
El cuarto angosto de paredes claras se
achicaba y lo comprimía. Las paredes se oscurecían aprisa, se acercaban
amenazantes. El techo bajaba y se había tornado tan negro como la noche que
observara por la ventana unos minutos antes; sin embargo ya no había ventana,
sólo un pequeño rectángulo algo más claro se hallaba en su lugar. Se sentía
devorado y asfixiado por ese cuarto que se estrechaba cada vez más y más. Se
empeñó en pedir auxilio, abrió su boca muy grande y procuró que el grito
brotara desde lo más profundo de su pecho, mas no pudo proferir sonido alguno,
las paredes ya rozaban su piel.
Poeta,
escritora
Propietaria, editora y
directora de la revista literaria digital “Con Voz Propia”, destinada a la
difusión de literatura contemporánea.
Catamarca.
(Argentina).
Querido Osvaldo:
ResponderBorrarMuchas gracias por compartir mis letras en Mapuche. Aprecio y valoro tu gesto, también para mí es un gusto conformar el grupo de escritores de esta edición y de tu Revista Mapuche.
Miles de gracias!
Disculpame pues no había visto antes la publicación, estuve algo apartada de la pc.
Mi abrazo y mis mejores deseos en tus días