jueves, 19 de septiembre de 2024
Portada y editorial
de la Revista Literaria “Mapuche”, correspondiente a los meses julio/agosto de 1984 ,
editada en la ciudad de Huinca
Renancó (Córdoba); en sus comienzos de forma artesanal .
A quien nos lee:
Hace dos años atrás ganábamos la calle como revista literaria, en procura de hallar un mutuo acercamiento espiritual entre los seres humanos de buena fe, que esporádicamente habitamos los territorios de la existencia.
Pensando en vuestras
inquietudes personales, nosotros, sin prisa ni pausa, seguimos desde esta
redacción montada en “casa”, mancomunando esfuerzos para que usted pueda
expresarse libremente, pudiendo de este modo, y a por nuestro intermedio llegar
a sus semejantes.
Quien nos lee, y que desde once ediciones
consecutivas viene asimilando nuestro material periodístico cultural que le
brindamos, simplemente le decimos que este diálogo abierto, insinúa seguir
creciendo y ser una realidad más, entre todas.
Hasta nuestro próximo
encuentro, Dios mediante.-
Nuestra portada:
Símbolo de la U.I.C.N. (Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza)
Año 3 – N° 11 – Julio - Agosto de 1984.-
La plata
Reflexión
Colaboración de:
José S. Buttice
Rosario (Sta Fé)
Un día el rabino Acher recibió la visita de un hombre
religioso, muy rico y muy avaro. El rabino lo llevó a una ventana. - ¿Qué ves?-, le preguntó.
-Veo gente – respondió el rico. Entonces el rabino lo
llevó frente a un espejo. –Y ahora, ¿que ves – volvió a preguntarle.
-Me veo a mi mismo – le contestó el otro. El rabino
entonces le dijo:
-Pues, en la ventana como en el espejo, hay un cristal;
sólo que el del espejo se halla recubierto de una capa de plata y, a causa de
la plata no se ve al prójimo sino a si mismo.-
An Sky
Publicado en Revista Literaria “Mapuche” – Año 3 - Nº 11
– Julio - Agosto de 1984.-
Carlos Benedetto
No quiero etiquetas
a los milagros que hacen vibrar mi piel.
Ni proclamar certezas,
ni vuelos de gallinas de mentes sin cuerpo.
No importa que las estrellas no titilen de verdad..
Me dirás que ese guiño es la ilusión
creada por cierto aire inestable interpuesto.
Y esa sentencia cierta me hará ver inmóvil
lo que palpita;
me impedirá ver que hay mundos
que se ocultan y reaparecen
con cada migración de nubes.
Por eso me río de ella.
Reclamo el derecho al diario descubrir
que el universo no es
un cúmulo ordenado de letras,
sino un enigmático discurso.
Déjame, al menos, la magia
Capital Federal
Publicado en Revista Literaria “Mapuche” – Año 3 - Nº 11 – Julio - Agosto de 1984.-
Leyendas Argentinas
La
leyenda del maíz
El maíz es una planta indígena de América cuya
importancia económica ha ido creciendo con el transcurso del tiempo.
En el folklore continental se hace presente integrando
más de doscientos platos de alimentación popular, empleándose además como
medicamento, tanto el grano como la ¨barba¨.
Costumbre que aún perdura en el norte, y muy especialmente
en el noroeste, es la de colocar en los sembrados de maíz una piedra grande y
alargada a la que llaman mama-zara, cuyo significado es madre del maíz, la cual
podría simbolizar a una mazorca gigantesca, con la que se cree estarán
protegidos los sembradíos de las sequías y de las heladas.
También el maíz tiene su leyenda que explicaría su
origen:
Entre los guaraní,
el avatí, como se lo llama al maíz, tiene su origen en el sacrificio de un
indio de la tribu que para aplacar las iras de Tupá, cuyo culto habían olvidado
sus hermanos, se ofreció para ser inmolado cuando el cacique anunció que de esa
manera volverían a la región la abundancia y el bienestar. Dispuesto, pues, a
morir, fue enterrado en una fosa de la que sobresalía su nariz. Cuando ,
transcurridos los días, los suyos fueron a ver el lugar había nacido una planta
desconocida cuyo fruto era una espiga con granos amarillos, a la que llamaron
"AVATÍ" que en lengua guaraní significa ¨nariz del indio¨. Probaron
aquello y lo hallaron tan sabroso que a partir de entonces constituyó la base
de su alimentación, y el sacrificio de aquel indio no había sido en vano.-
Tomado del muro de facebook : Página • Comunidad " "A qué no lo sabías
Sonia Fabiola Demitrópulos
Solo ser
Se
desgasta la piedra
de
tanto rodar el río,
de
tanto sostener las lágrimas.
Va
desapareciendo de a poco
como
puñadito de arena en la mano
Se
erosiona la dureza de su cuerpo,
así
como se erosiona su alma,
La
indiferente caricia del viento
y
el golpeteo rítmico de la gota constante
han
logrado descamar sus capas
más
no han hecho mella en sus ansias.
Cada
grieta es una arruga
que
el tiempo talló con calma
en
cada una de ellas escribe
historias
de resistencias,
para
quien logre alcanzarlas.
Tanta
tensión para mantenerse firme
tanto
trabajo por mantenerse intacta
han
desatados los hilos
que
unen la añeja trama
Un
día cualquiera de estos,
cuando
las fuerzas amainen,
liberará al universo sus moléculas
en
estallido que raje sus entrañas.
Dejará
de ser piedra
para
vagar siendo solo sustancia.
Ando
Habitando
este
espacio entre cuatro paredes,
entre
sierras y monte nativo
entre
planetas y galaxias.
en
el que me fundo en relación íntima
con
el sillón, la mesa, la alfombra, mis cortinas
con
el río, el olor a peperina, el sonido a hojas secas del otoño,
con
cada cuerpo celeste y cada partícula de polvo estelar.
Conectada
con el ronronear de la heladera, de la compu,
con
el crepitar del fuego, con el arrullo y zureo de palomas,
con
el sonido de las estrellas.
Habito
este espacio
transformado
en mirador, puesto de observación, en atalaya,
de
un adentro,
de
un adentro del adentro,
y
de un adentro del adrentro del adentro
en
el que voy dejando marcadores de mi arraigo,
en
el que voy reencontrándome
con
ese lirio lila que progresivamente explota en color,
con
este mi río, sabedor de sacrificios,
de
penurias, de caricias, de suspiros
con
este sistema que teje y entreteje tramas.
Habito este aquí, donde puedo estar y ser.
Este
aquí,
donde
soy y estoy
en
conexión con la red embrionaria de mi
vida.
Habito
y me dejo habitar
en
cómplice relación,
y
en un perpetuo reencantamiento con el
ser.
Poeta,
escritora ,docente, promotora cultural
Cosquin,
(Córdoba) .Argentina
Raúl González Tuñón.
Un juguete roto en el
basural
Un
poema está en el sueño. También fuera del sueño.
A
veces está allí donde el poeta mira.
Y
nada más poético que ese juguete roto
—extraña
flor brotada a la intemperie—
que
junto a los residuos de los inquilinatos
grises
y fraternales
y
la hierba menuda del baldío
recatado
en el bosque de cemento
piensa
cuando jugaba con él un dulce niño
que
después fue soldado.
Nunca
vuelven.
Y
un poema está allí, donde no está el poeta.
Los sueños de
los niños inventando
países
Cuando paso frente a un
local donde
exponen pinturas de niños,
sigo de largo.
Batlle
Planas
Porque
el niño conserva todos los libres bríos
de
la invención, baraja sus monstruos increíbles
y
sus enloquecidos ángeles.
La
bárbara inocencia sin prejuicios de la primera pureza
y
el espléndido caos, el delirio de la razón, la fantasía.
El
niño es el primer surrealista.
Y
crece, es hombre, y sigue viviendo mas no sabe
y
quien lo lleva adentro así lo ignora.
A
veces, de manera sutil, eso supongo,
en
cada acto adulto la infancia nos vigila
—una
voz, un suceso rotundo, familiar, una lámpara,
una
paloma herida con mensaje—.
Todo
hombre en el final minuto de su invierno
piensa
en algo lejano cuando muere.
Y
la muerte es el último país que el niño inventa.
de:”
La música amontonada del mundo. Antología poética”
Juancito caminador
Juancito
caminador
murió
en un lejano puerto-
El
prestidigitador
poca
cosa deja al muerto.
Terminada
su función
-canción,
paloma y baraja-
todo
cabe en una caja,
todo,
menos la canción.
Ponle
luto a la pianola,
al
conejito, a la estrella,
al
barquito, a la botella,
al
botellón, a la bola.
Música
de barracón
-canción,
baraja y paloma-
flor
de campo sin aroma
Todo,
menos la canción.
Ponle
luto a la veleta,
al
gallo, al reloj de cuco,
al
fonógrafo, al trabuco,
al
vaso y a la carpeta.
Su
prestidigitación
-canción,
paloma y baraja-
el
tiempo humilla y ultraja,
Todo,
menos la canción.
Mucha
muerte a poca vida,
que
lo entierre de una vez
la
reina del ajedrez
y
un poeta lo despida.
Truco
mágico, ilusión,
-canción,
baraja y paloma-
que
todo en broma se toma,
todo,
menos la canción.
Poeta
Buenos
Aires
1905
- 1974
Publicó: El violín
del diablo (1926). Poema del conventillo (1926); Miércoles de Cenizas (1928);
La calle del agujero en la media (1930); Dan tres vueltas y luego se van
(teatro, escrita con Nicolás Olivari) (1931, estrenada en 1958); Todos bailan, poemas de Juancito Caminador (1934). El otro lado
de la estrella (1934); La rosa blindada (1935);
Ocho documentos de hoy (1936); Las puertas del fuego (1938). La muerte en
Madrid (1939). Canciones del tercer frente (1939). La calle de los sueños perdidos
(1941). Nuevos poemas de Juancito Caminador(1941)… entre otros
Hermann Hesse
Libros
Ninguno
de los libros de este mundo
te
aportará la felicidad,
pero
secretamente te devuelven
a
ti mismo.
.
Allí
está todo lo que necesitas,
sol,
luna y estrellas,
pues
la luz que reclamas
habita
en tu interior.
Ese
saber que tú tanto buscaste
por
bibliotecas, resplandece
desde
todas las lágrimas,
puesto
que ese libro es tuyo ahora.
Escritor,
poeta, novelista
Alemania.
1877
– 1962
El gaucho era el mestizo
El gaucho era el mestizo, hijo de español con el indio,
no se identificaba con el español ni con el indio, iba, se entraba a LA PAMPA.
Se hacía un ranchito, buscaba una mujer, andaba con una
guitarra, era payador y cantor.
Vivía de las vacas salvajes que atrapaba, trabajaba el
cuero y lo vendía en los pueblos, muy buen jinete, diestro y hábil como el
indio con la cultura del español.
Se vestía con las vestimentas de las dos culturas,
chiripa, las botas de potro, las boleadoras y las tacuara (lanza) del indio;
camisa, chaleco, chaqueta y el facón del español.
Enfrentaba al indio en su tierra y al español
también...no le temía a nada.
El indio lo veían solo en la Pampa y le decían
"HUACHO," que quiere decir "HUÉRFANO," sin padre y madre,
de ahí al español quedó "GAUCHO."...
Fuente : del muro Abundancia y Prosperidad
Serú Girán
Grupos y Letras en el Rock Argentino
Desarma y sangra
Tu
tiempo es un vidrio
Tu
amor un faquir
Mi
cuerpo una aguja
Tu
mente un tapiz
Si
las sanguijuelas no pueden herirte
No
existe una escuela
Que
enseñe a vivir
El
ángel vigía
Descubre
al ladrón
Le
corta las manos
Le
quita la voz
La
gente se esconde
O
apenas existe
Se
olvida del hombre
Se
olvida de Dios
Miro
alrededor, heridas que vienen
Sospechas
que van y aquí estoy
Pensando
en el alma que piensa
Y
por pensar no es alma, desarma y sangra.
(del
álbum : Bicicleta - 1980 )
Libros
Poemas serie de Fourier
(poemas), de Julio Vassarotto, Huinca Renancó (Córdoba) Argentina
64
pág. 20 cm x 14 cm. ISBN 978-631-6534.01-9
Ilustración
de portada: María Inés Muñoz
Diagramación:
Edición del Puente.
Ediciones
del Puente. Río Cuarto (Córdoba) Argentina.
2023.
Dividido
en tres secciones: Monótono – Sombra cero – Espectro.
Dice
Julio en la contratapa:
Déjenme
justificar mis fracasos
porque
ellos me llevaron a la salvación de mi alma.
Déjenme
fortalecerme en mi endeble salud
porque
por ella distingo lo enfermo de lo sano.
Déjenme
jactarme de mi ignorancia
porque
ella preserva mi deslumbramiento de niño.
Déjenme
disfrutar mi economía limitada
porque
por ella encuentro la belleza de la sencillez.
Déjenme
recordar con amor mis sufrimientos
porque
ellos me trajeron a la luz.
Pero
no me dejen solo
porque
tengo algo hermoso para contar.
Monótono
Los
que no saben soñar
tampoco
saben de piedras de algodón
para
cegar colibríes en blanco y negro
o
de trenes de obleas de limón
que
llegan a estaciones de nailon
sobre
durmientes de barro.
En
realidad, no sé quiénes son los que velan
pero
sería peligroso
que
el caballo, cuyo color de ojos no conozco,
que
recorre mi pradera azul,
que
bebe del agua donde se revelan mis versos,
que
me lleva y acompaña
en
mi vuelo por el aire
esté
dormido, soñando.
pág. 14
Sombra cero
Anoche
soñé que Dios
es
una hormiga que habita el centro del sol
donde
nace y muere el universo
en
un solo instante.
Me
postré en tierra por la impertinencia
Entonces,
una voz profunda
que
no viene de rayo,
ni
de vela sobre el altar,
ni
de estrella que sonroja
me
declaró la potestad de los sueños y la vigilia.
pág. 37
Espectro
Existen
dos eternidades
la
de la luz sin ojos
la
de la lluvia sin semillas
la
del viento sin carabela
la
de la paz sin alma
la
eternidad de vaso sin agua
y
de agua sin sed
la
de la red sin trapecista
la
de giro sin calesita
la
del azúcar sin fruta
la
del espíritu sin Dios
en
definitiva
la
de los que nunca nacieron
Y
está la otra eternidad
que
recomiendo sobremanera
la
de la plenitud del instante
la
del gozo para siempre.
pág. 58
Julio Vassarotto. Poeta
Huinca
Renancó (Córdoba) . Argentina
miércoles, 19 de junio de 2024
Portada y
editorial de la Revista Literaria
“Mapuche”, correspondiente a los meses
noviembre/diciembre de 1983 , editada
en la ciudad de Huinca Renancó (Córdoba); en sus comienzos de forma
artesanal “
Conozcámonos tal cual como somos.. a través de las cosas
simples que Madre Natura nos brinda.
Admitamos al Hombre
como eje central de la Historia; dueño de una exuberante creación renovadora,
que permanentemente destella fantasías entre lo superfluo y coherente de esta
realidad.
Introduzcámonos por un
momento en su piel de poesía y asfalto- Conozcamos sus tristezas, sus
luchas, su marginación cotidiana. Sintamos junto a su dolor hermano, los golpes
que le proporcionan las espurias
doctrinas de la convivencia terráquea.
Veámoslo desde
cerca; con él encontremos ese nuevo sol inmenso que vislumbre de una vez por
todas, nuestra infatigable búsqueda hacia la verdadera identidad que nos defina
como humanos.
A través del
Tiempo-Espacio, tratemos de estrechar un diálogo o una comunicación de
semejantes. Pero para que ellos exista, es imprescindible un conocimiento mutuo.
Comprensión – Perfeccionamiento
intrínseco de nuestras actitudes
espirituales – Amplia libertad de Creer y Manifestarnos tal como Dios nos hizo
– Constancia en el esfuerzo.
Todos estos,
ingredientes esenciales para que esta Fusión del siglo XX se produzca.
El acercamiento
es posible.-
Año 2 – N° 10 – Noviembre-Diciembre de 1983
Consideraciones sobre la poesía.
Jorge Luis Borges
Dijo Jorge Luis Borges:
“Si sentimos
placer, si sentimos emoción al leer un texto, ese texto es poético. Si no lo
sentimos, es inútil que nos hagan notar que las rimas son nuevas, que las
metáforas han sido inventadas por el autor o que respondan a una corriente tal.
Nada de eso sirve. Primero debemos sentir la emoción, después de tratarnos de
explicar o comprender ese texto. Si leemos un poema como un juego verbal, la
poesía fracasa; lo mismo ocurre si pensamos que la poesía es sólo un juego de palabras. Yo diría más bien que
la poesía es algo cuyo instrumento son las palabras, pero que las palabras no
son la materia de la poesía.. La materia de la poesía- si es lícito que usemos
esa metáfora- vendría ser la emoción.”
“La poesía es un hecho mágico, misterioso, inexplicable, aunque no
incomprensible. Si no se siente el hecho poético cuando se la lee, quiere decir
que el poeta ha fracasado. Ahora, también puede fracasar el lector; eso sucede
a menudo y es lo más común. Sentimos la poesía como se siente la proximidad
de una mujer, o como sentimos el mar o
una montaña. Esa proximidad está siempre a punto de revelarnos un algo; un
algo indefinible. ¿Para qué entonces
intentar definiciones de la poesía, para que diluirla en palabras, que sin duda
son más débiles que nuestros sentimientos?”.
Poeta, escritor.
Argentina.
1899 - 1986, Charles Baudelaire
“Mucha gente
cree que el fin de la poesía es una enseñanza cualquiera que debe fortificar la
conciencia, o perfeccionar las costumbres, o bien demostrar algo útil .. La
poesía, a poco que uno quiera descender en sí mismo, interrogar su alma, evocar
sus recuerdos de arrebato, no tiene otro fin que Ella misma; y ningún poema
podrá ser tan grande, tan noble, tan
verdaderamente digno del nombre de poema, como aquel que haya sido escrito únicamente por el
placer de escribir un poema"
Poeta,
ensayista, crítico de arte y traductor francés
Francia
1821 – 1867
Miguel de Unamuno
Libros
Voces y RaicesAutor: Francisco Cros DamuntPrólogo: Rosa Ana CastellarIlustraciones: Eduardo PlateroEdición de: Ediciones ILEA – San Rafael (Mendoza)Año: 1983. Si
juntamos las manos Vive esclavo el pensamientoen un mundo conflictivo. Mis ojos viejos observan.Más en voz alta diríaque para vivir en pazsolo falta una sonrisa,de las manos, una cariciay una palabra de amigo. Y así seguir caminandojuntos el mismo camino,buscando entre las sombrasla LUZ que alumbra el destino. Francisco Cros Damunt. Poeta.San Rafael (Mendoza).
Argentina Publicado en Revista Literaria
“Mapuche” – Año 2 - Nº 10 – Noviembre/Diciembre 1983
La dudas
Por:
Miguel Ángel Candioti
San José del Rincón ( Santa Fé).
Argentina
Hombre que duda parece. Yo
arriesgué por este lado. Es la única posibilidad de definirme a través de los
ríos – riesgos.
Existen dos situaciones
referentes a las dudas:
La primera (LA MORBOSA) : solo
la ejercen las vecinas y los postergados para ampliar sus deformadas
existencias.
La segunda (POR LA QUE TOMO
PARTIDO) : pertenece al campo intelectual, en donde sólo únicamente existe para
complacer la mente.
Publicado en : Revista
Literaria “Mapuche” - Año 2 – N° 10 – Noviembre-Diciembre de 1983
Gladys Cepeda
Suspicacia
se dobla
se tuerce
se rompe
el peso de una flor muerta
y la reconozco
es mi alma enamorada del miedo
Ocasiones
alguna vez llegaré para no
ausentarme
aunque ya no esté
podría hacerlo
amarrarme los desechos de la
oquedad
escribirlo en un relato
tal vez tallarlo en los
recuerdos
de quienes llegaran primero
mudez
mientras se esconde la huella
en la bilis
oigo como brotes huyen
del árbol de la vida
su crujido es una protesta
contra oscuros rastros
piden olvidar a quien me
vigila
mientras crisálidas no se
elevan
lleva por sus venas
posee mis facciones
lo puedo palpar
aunque no use falanges
cae el polvo de constelaciones
vagabundas
que yacen debajo de mi cama
alguna vez intentaré
reconstruir mi nacimiento
en un mundo libre
las alamedas que fueron
desiertos
serán manantiales
Poeta, escritora, artista multidisciplinaria
Buenos Aires
Publicó:
Desandapalabras, Poetas de
Avellaneda 2007-2015, La Vuelta Al Mundo en un Poema, Encuentro de poesía (
Mun. de Quilmes), Ornigastriom, Poesía por la paz, Los Extranjeros, Lafarium,
La Galería de los horrores Ausp. Universidad de México, Un puente de Palabras,
Edi. Mercosur, Extraño pasajero (India)
Leyendas Argentinas
Leyenda del camalote
Dicen que antes, en el Río Paraná, no existían los camalotes. Que la tierra era tierra, el agua, agua y las islas, islas. Antes, cuando no habían llegado los españoles y en las orillas del río vivían los guaraníes.
Fue en 1526
cuando los hombres de Diego García remontaron lentamente primero el Mar Dulce y
después el Paraná, pardo e inquieto como un animal salvaje, a bordo de una
carabela y un patache. El jefe llegaba como Gobernador del río de Solís, pero
al llegar a la desembocadura del Carcarañá se encontró con que el cargo ya
estaba ocupado por otro marino al servicio de España, Sebastián Gaboto. Durante
días discutieron los comandantes en el fuerte Sancti Spiritu, mientras las
tropas aprovechaban el entredicho para acostumbrar de nuevo el cuerpo a la
tierra firme y recuperar algunas alegrías. Exploraron los alrededores y
aprovecharon la hospitalidad guaraní. Así fue que una joven india se enamoró de
un soldado de García. Durante el verano, mientras García y Gaboto abandonaron
el fuerte rumbo al interior, ellos se amaron. Que uno no comprendiera el idioma
del otro no fue un obstáculo, más bien contribuyó al amor, porque todo era risa
y deseo. Nadaron juntos en el río, ella le enseñó la selva y él el bergantín
anclado en la costa; él probó el abatí (maíz en guaraní), el chipá (pancitos
elaborados con mandioca), las calabazas; ella el amor diferente de un
extranjero.
Mientras tanto,
las relaciones entre los españoles y los guaraníes se iban desbarrancando. Los
indios los habían provisto, los habían ayudado a descargar los barcos y habían
trabajado para ellos en la fragua, todo a cambio de hachas de hierro y algunas
otras piezas. Pero los blancos no demostraron saber cumplir los pactos, y
humillaron con malos tratos a quienes los habían ayudado a sobrevivir. Hasta
que los indios se cansaron de tener huéspedes tan soberbios y una noche
incendiaron el fuerte. Los pocos españoles que sobrevivieron se refugiaron en
los barcos, donde esperarían el regreso de Gaboto y García.
Después del
incendio, el amor entre el soldado y la india se volvió más difícil, más
escondido y más triste. Todos los días, en sus citas secretas, ella intentaba
retenerlo con sus caricias y sus regalos y, sin embargo, no conseguía más que
pulir su recelo.
Hasta que
llegaron los jefes, se encontraron con la tierra arrasada y decidieron volver a
España por donde habían venido.
Las semanas de
los preparativos fueron muy tristes para la muchacha guaraní, que andaba todo
el día por la orilla, medio oculta entre los sauces, esperando ver a su amante
aunque sea un momento. Y, como no hubo despedida, la partida en cierto modo la
tomó de sorpresa. Una mañana apenas nublada, cuando llegó hasta el río, vio que
los barcos se alejaban. Los miró enfilar hacia el canal profundo y luego
navegar, siempre hacia abajo, con sus mástiles enhiestos y sus estandartes al
viento. Después de un rato eran ya tan chiquitos que parecía imposible que se
llevaran tanto... Y, enseguida, el primer recodo se los tragó.
Durante días y
días la india lloró sola el abandono: hubiera querido tener una canoa, las alas
de una garza, cualquier medio que le permitiera alejarse por el agua, más allá
de los verdes bañados de enfrente, llegar allí donde le habían contado que el
Paraná se hace tan ancho y tan profundo, para seguir la estela de los barcos y
acompañar al culpable de su pena.
Todos sus
pensamientos los escucharon los porás (espíritus invisibles vinculados con los
animales y las plantas, que pululaban por los ríos y los montes) de la costa,
que se los contaron a Tupá (dios de las aguas, lluvia y granizo) y su esposa,
dioses del agua. Y una tarde ellos cumplieron su deseo y la convirtieron en
camalote. Por fin se alejaba de la orilla, por fin flotaba en el agua fresca y
oscura río abajo, como una verde balsa gigantesca, arrastrando consigo troncos,
plantas y animales, dando albergue a todos los expulsados de la costa, los
eternos viajeros del río.
Fuente: Tomada del muro facebook: Leyendas Argentinas