Crucigrama (poemas y relatos), de Aída Pocha Redero.
Santa María de Punilla (Córdoba) Argentina.
84 pág. 140 x 200 cm. ISBN:
978-987-4453-15-0
Diseño de tapa: Manuel Moreira
CEN Ediciones (Córdoba)
2021.-
En el señalador
del mismo, dice la autora: “Marzo 2020 se abrió la sima./ Cada uno uno/buscó
la/ caverna para aislarse y creó la estrategia para resistir. YO me aferré a la
escritura y plasmé vivencias que hoy comparto contigo.”
En la solapa de
la contratapa, Pocha escribe “La lectura y la escritura son tablas de salvación
para muchos en estos momentos que la ola atropella la existencia. En mi caso lo
es, decidida y temerosa aprendo a surfear sobre la cresta, tratando a pesar de
la situación, disfrutar del entorno lo más solidariamente posible.
Es así que
diariamente registro vivencias propias y ajenas. Los poemas de este libro so n
lazos con los que atraigo las ausencias en las horas de nostalgia, ellos saben
de amaneceres.
Muchas veces me
pregunto que me quita y que me da el Coronavirus y para ser honesta la lista es extensa de los
dos lados, pero hay un olor a muerte que va a doler siempre en nuestro pueblo y
en el mundo.
25 de abril 2020
Ya miré una por
una las plantas de la minúscula huerta y activé los sentidos con los colores
del jardín.
Ahora estoy
tomando mates en la galería y soy un elemento más de este maravilloso cuadro.
A la izquierda,
las sierras fuman sustancias de su universo y la opacidad que exhalan borronean
los escasos rayos que intentan iluminar el faldeo. Como está algo más fresco le
he agregado unas cucharadas de miel al agua como para anunciar a mis órganos
que vamos caminando hacia días más frío.
Es una mañana
aniñada y remolona. Hace ya treinta y cinco días que no traspaso la vereda. Los
prolongados silencios de mi nieta han comenzado a llamarme la atención. Me digo
– no puede estar de otra manera, - si yo que he vivido casi tres cuartos de
siglo ya no lo soporto, ella que va por el primero no me quiero imaginar lo que
siente.
Un benteveo se
posa en al cable y me vuelve a este aquí y ahora.
Su silbo no es
alegre, más vale se me ocurre pensar que es una advertencia. Me quedo en
silencio.
Trato de
adentrarme en el idioma de los pájaros y me siento como Eva en el paraíso.
La fruta
prohibida está más allá de la vereda.
pág. 13
Auxilio
Una fuente
murmura
engaños
en el brillo de
cristales
sospechosos.
El tiempo,
implacable
mendigo de
quietud
estampa truenos
en la noche
vertiginosa.
Por el socavón
de los deseos
el desamor
desenfrena
la audacia de
la furia.
Punzan la piel
dilatados
carnavales
y un díscolo
relámpago
pidió auxilio
al Universo.
pág. 35
¿Qué?
Los ojos se niegan a responderme y el reloj interrumpe el sueño.
- Esto de no poder pagar un
alquiler en la ciudad me está quitando vida, me mata, pero no sé para que me
quejo, si es lo que me toca.-
Abro la ventana para ver cómo
está el tiempo y veo que el viento juega con papeles y bolsitas. Por la calle
que nace el río viene un remolino, enrosca su furia y la arrastra hasta las
vía.
-No me queda otra que salir a
sumar el esqueleto al juego del torbellino y pienso que los hombres nos
parecemos a él, siempre apurados y de mal humor.-
¿Qué me aporta este trajín, a
cambio que entrego la tranquilidad y me expongo al contagio?
-Me parece que estoy
encontrando la razón para bajar un cambio- como dicen los chicos.
-Viene otro remolino.-Se lleva
la media sombra del cerco de la vecina; a lo mejor lo deja en las vías.
-¡UUHH! el
colectivo no llega y es la hora pico.
El remolino es
ahora de carne y huesos y los nervios me dominan.
-Las piernas me
tiemblan, transpiran las manos, siento que la vida se ha puesto ácida, agria,
turbia.
Estoy a punto
del ataque de pánico. Atino a rescatarme y vuelo.
Llego al frente
de la casa de la vecina y entro a su patio, total a la media sombra la llevó el
viento.-
En el extravío,
un niño abre la puerta de la jaula y los pájaros volvieron libres al
monte.
págs.. 47/48
Poesía
Con la palabra
llorada
limpia la
atmósfera
mientras el
ritual fluye
para alentar la
luz.
Deshace en arte
la vela
sin pabilo
y enciende al
fin
la magia del
poema.
Pacifica
revolución
con laureles de
letras,
ahonda en
dogmas
y levanta
altares
de lágrimas y
belleza.
Ofrece su alma
a la grieta de
la gente
y comprometida
con la vida,
la poesía
se vuelve
necesidad básica.
pág. 53
Aida Pocha Redero
Santa María de
Punilla (Córdoba) Argentina.
Publicó: Poemas en verde; Hijos de la trastienda.
Hermosa revista, que tengo el placer de recibir asiduamente. La verdad es que la disfruto por su calidad y variedad de temas. Gracias.
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