jueves, 19 de septiembre de 2024

Raúl González Tuñón.

 

Un juguete roto en el basural
 
Un poema está en el sueño. También fuera del sueño.
A veces está allí donde el poeta mira.
Y nada más poético que ese juguete roto
—extraña flor brotada a la intemperie—
que junto a los residuos de los inquilinatos
grises y fraternales
y la hierba menuda del baldío
recatado en el bosque de cemento
piensa cuando jugaba con él un dulce niño
que después fue soldado.
 
Nunca vuelven.
 
Y un poema está allí, donde no está el poeta. 


Los sueños  de  los  niños  inventando  países
 
Cuando paso frente a un local donde
exponen pinturas de niños, sigo de largo.
                                            Batlle  Planas
 
Porque el niño conserva todos los libres bríos
de la invención, baraja sus monstruos increíbles
y sus enloquecidos ángeles.
La bárbara inocencia sin prejuicios de la primera pureza
y el espléndido caos, el delirio de la razón, la fantasía.
 
El niño es el primer surrealista.
 
Y crece, es hombre, y sigue viviendo mas no sabe
y quien lo lleva adentro así lo ignora.
A veces, de manera sutil, eso supongo,
en cada acto adulto la infancia nos vigila
—una voz, un suceso rotundo, familiar, una lámpara,
una paloma herida con mensaje—.
 
Todo hombre en el final minuto de su invierno
piensa en algo lejano cuando muere.
Y la muerte es el último país que el niño inventa.
 
de:” La música amontonada del mundo. Antología poética”
 
 
Juancito caminador
 
Juancito caminador
murió en un lejano puerto-
El prestidigitador
poca cosa deja al muerto.
 
Terminada su función
-canción, paloma y baraja-
todo cabe en una caja,
todo, menos la canción.
 
Ponle luto a la pianola,
al conejito, a la estrella,
al barquito, a la botella,
al botellón, a la bola.
 
Música de barracón
-canción, baraja y paloma-
flor de campo sin aroma
Todo, menos la canción.
 
Ponle luto a la veleta,
al gallo, al reloj de cuco,
al fonógrafo, al trabuco,
al vaso y a la carpeta.
 
Su prestidigitación
-canción, paloma y baraja-
el tiempo humilla y ultraja,
Todo, menos la canción.
 
Mucha muerte a poca vida,
que lo entierre de una vez
la reina del ajedrez
y un poeta lo despida.
 
Truco mágico, ilusión,
-canción, baraja y paloma-
que todo en broma se toma,
todo, menos la canción.
 

Poeta
Buenos Aires
1905 - 1974
Publicó: El violín del diablo (1926). Poema del conventillo (1926); Miércoles de Cenizas (1928); La calle del agujero en la media (1930); Dan tres vueltas y luego se van (teatro, escrita con Nicolás Olivari) (1931, estrenada en 1958);  Todos bailan, poemas   de Juancito Caminador (1934). El otro lado de la estrella (1934); La rosa blindada (1935);  Ocho documentos de hoy (1936); Las puertas del fuego (1938). La muerte en Madrid (1939). Canciones del tercer frente (1939). La calle de los sueños perdidos (1941). Nuevos poemas de Juancito Caminador(1941)… entre otros

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