Un juguete roto en el
basural
Un
poema está en el sueño. También fuera del sueño.
A
veces está allí donde el poeta mira.
Y
nada más poético que ese juguete roto
—extraña
flor brotada a la intemperie—
que
junto a los residuos de los inquilinatos
grises
y fraternales
y
la hierba menuda del baldío
recatado
en el bosque de cemento
piensa
cuando jugaba con él un dulce niño
que
después fue soldado.
Nunca
vuelven.
Y
un poema está allí, donde no está el poeta.
Los sueños de
los niños inventando
países
Cuando paso frente a un
local donde
exponen pinturas de niños,
sigo de largo.
Batlle
Planas
Porque
el niño conserva todos los libres bríos
de
la invención, baraja sus monstruos increíbles
y
sus enloquecidos ángeles.
La
bárbara inocencia sin prejuicios de la primera pureza
y
el espléndido caos, el delirio de la razón, la fantasía.
El
niño es el primer surrealista.
Y
crece, es hombre, y sigue viviendo mas no sabe
y
quien lo lleva adentro así lo ignora.
A
veces, de manera sutil, eso supongo,
en
cada acto adulto la infancia nos vigila
—una
voz, un suceso rotundo, familiar, una lámpara,
una
paloma herida con mensaje—.
Todo
hombre en el final minuto de su invierno
piensa
en algo lejano cuando muere.
Y
la muerte es el último país que el niño inventa.
de:”
La música amontonada del mundo. Antología poética”
Juancito caminador
Juancito
caminador
murió
en un lejano puerto-
El
prestidigitador
poca
cosa deja al muerto.
Terminada
su función
-canción,
paloma y baraja-
todo
cabe en una caja,
todo,
menos la canción.
Ponle
luto a la pianola,
al
conejito, a la estrella,
al
barquito, a la botella,
al
botellón, a la bola.
Música
de barracón
-canción,
baraja y paloma-
flor
de campo sin aroma
Todo,
menos la canción.
Ponle
luto a la veleta,
al
gallo, al reloj de cuco,
al
fonógrafo, al trabuco,
al
vaso y a la carpeta.
Su
prestidigitación
-canción,
paloma y baraja-
el
tiempo humilla y ultraja,
Todo,
menos la canción.
Mucha
muerte a poca vida,
que
lo entierre de una vez
la
reina del ajedrez
y
un poeta lo despida.
Truco
mágico, ilusión,
-canción,
baraja y paloma-
que
todo en broma se toma,
todo,
menos la canción.
Poeta
Buenos
Aires
1905
- 1974
Publicó: El violín
del diablo (1926). Poema del conventillo (1926); Miércoles de Cenizas (1928);
La calle del agujero en la media (1930); Dan tres vueltas y luego se van
(teatro, escrita con Nicolás Olivari) (1931, estrenada en 1958); Todos bailan, poemas de Juancito Caminador (1934). El otro lado
de la estrella (1934); La rosa blindada (1935);
Ocho documentos de hoy (1936); Las puertas del fuego (1938). La muerte en
Madrid (1939). Canciones del tercer frente (1939). La calle de los sueños perdidos
(1941). Nuevos poemas de Juancito Caminador(1941)… entre otros
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