miércoles, 19 de junio de 2024

Nº107 – Invierno 2024

 

Portada y editorial de la  Revista Literaria “Mapuche”,  correspondiente a los meses noviembre/diciembre  de 1983 ,  editada  en la ciudad de Huinca Renancó (Córdoba); en sus comienzos de forma artesanal “
 
Conozcámonos  tal cual como somos.. a través de las cosas simples que Madre Natura nos brinda.
Admitamos al Hombre como eje central de la Historia; dueño de una exuberante creación renovadora, que permanentemente destella fantasías entre lo superfluo y coherente de esta realidad.
Introduzcámonos  por un  momento en su piel de poesía y asfalto- Conozcamos sus tristezas, sus luchas, su marginación cotidiana. Sintamos junto a su dolor hermano, los golpes que le proporcionan  las espurias doctrinas de la convivencia terráquea.
Veámoslo desde cerca; con él encontremos ese nuevo sol inmenso que vislumbre de una vez por todas, nuestra infatigable búsqueda hacia la verdadera identidad que nos defina como humanos.
A través del Tiempo-Espacio, tratemos de estrechar un diálogo o una comunicación de semejantes. Pero para que ellos exista, es imprescindible un conocimiento mutuo.
Comprensión – Perfeccionamiento intrínseco de nuestras  actitudes espirituales – Amplia libertad de Creer y Manifestarnos tal como Dios nos hizo – Constancia en el esfuerzo.
Todos estos, ingredientes esenciales para que esta Fusión del siglo XX se produzca.
El acercamiento es posible.-
 
 
Año 2 – N° 10 – Noviembre-Diciembre  de 1983

Consideraciones sobre la poesía.

                                                     Jorge Luis Borges

Dijo Jorge Luis Borges:

“Si sentimos placer, si sentimos emoción al leer un texto, ese texto es poético. Si no lo sentimos, es inútil que nos hagan notar que las rimas son nuevas, que las metáforas han sido inventadas por el autor o que respondan a una corriente tal. Nada de eso sirve. Primero debemos sentir la emoción, después de tratarnos de explicar o comprender ese texto. Si leemos un poema como un juego verbal, la poesía fracasa; lo mismo ocurre si pensamos que la poesía es sólo  un juego de palabras. Yo diría más bien que la poesía es algo cuyo instrumento son las palabras, pero que las palabras no son la materia de la poesía.. La materia de la poesía- si es lícito que usemos esa metáfora- vendría ser la emoción.”

                                                  “La poesía es un hecho mágico, misterioso, inexplicable, aunque no incomprensible. Si no se siente el hecho poético cuando se la lee, quiere decir que el poeta ha fracasado. Ahora, también puede fracasar el lector; eso sucede a menudo y es lo más común. Sentimos la poesía como se siente la proximidad de  una mujer, o como sentimos el mar o una montaña. Esa proximidad está siempre a punto de revelarnos un algo; un algo  indefinible. ¿Para qué entonces intentar definiciones de la poesía, para que diluirla en palabras, que sin duda son más débiles que nuestros sentimientos?”.

 En Revista CRISIS, N° 41. Bs As. Abril de 1986.

Poeta, escritor.
Argentina.

 1899 - 1986, 

                                          Charles Baudelaire


“Mucha gente cree que el fin de la poesía es una enseñanza cualquiera que debe fortificar la conciencia, o perfeccionar las costumbres, o bien demostrar algo útil .. La poesía, a poco que uno quiera descender en sí mismo, interrogar su alma, evocar sus recuerdos de arrebato, no tiene otro fin que Ella misma; y ningún poema podrá ser tan grande, tan noble, tan  verdaderamente digno del nombre de poema, como  aquel que haya sido escrito únicamente por el placer de escribir un poema"
 
Poeta, ensayista, crítico de arte y traductor francés
Francia
1821 – 1867

                                                       Miguel de Unamuno


Escribid cosas de gusto y de provecho,  cosas de sustancia o de gracia, a la buena de Dios, como os de la real ganas, descoyuntando y dislocando el lenguaje si es preciso, para que quepa en él el pensamiento”
 
Escritor y filósofo
España.
1864 – 1936


Libros

 


Voces y Raices
Autor: Francisco Cros Damunt
Prólogo: Rosa Ana Castellar
Ilustraciones: Eduardo Platero
Edición de: Ediciones   ILEA – San Rafael (Mendoza)
Año: 1983.
 
Si juntamos las manos
 
Vive esclavo el pensamiento
en un mundo conflictivo.
 
Mis ojos viejos observan.
Más en voz alta diría
que para vivir en paz
solo falta una sonrisa,
de las manos, una caricia
y una palabra de amigo.
 
Y así seguir caminando
juntos el mismo camino,
buscando entre las sombras
la  LUZ que alumbra el destino.
 
Francisco Cros Damunt.
Poeta.
San Rafael (Mendoza). Argentina
 
Publicado en Revista Literaria “Mapuche” – Año 2 - Nº 10 – Noviembre/Diciembre 1983


La dudas

 


       Por:
                                     Miguel Ángel  Candioti
                                                                     San José del Rincón ( Santa Fé). Argentina        

 
 
Hombre que duda parece. Yo arriesgué por este lado. Es la única posibilidad de definirme a través de los ríos – riesgos.
Existen dos situaciones referentes a las dudas:
La primera (LA MORBOSA) : solo la ejercen las vecinas y los postergados para ampliar sus deformadas existencias.
La segunda (POR LA QUE TOMO PARTIDO) : pertenece al campo intelectual, en donde sólo únicamente existe para complacer la mente.
 
Publicado en : Revista Literaria “Mapuche” -  Año 2 – N° 10 – Noviembre-Diciembre  de 1983

Gladys Cepeda

 

Suspicacia
 
se dobla
se tuerce
se rompe
el peso de una flor muerta
y la reconozco
es mi alma enamorada del miedo
 
Ocasiones
 
alguna vez llegaré para no ausentarme
aunque ya no esté
podría hacerlo
amarrarme los desechos de la oquedad
escribirlo en un relato
tal vez tallarlo en los recuerdos
de quienes llegaran primero
mudez
mientras se esconde la huella en la bilis
oigo como brotes  huyen
del árbol de la vida
su crujido es una protesta contra oscuros rastros
piden olvidar a quien me vigila
mientras crisálidas no se elevan
 
lleva por sus venas
posee mis facciones
lo puedo palpar
aunque no use falanges
cae el polvo de constelaciones vagabundas
que yacen debajo de mi cama
alguna vez intentaré reconstruir mi nacimiento
en un mundo libre
las alamedas que fueron desiertos
serán manantiales
 

Poeta, escritora,  artista multidisciplinaria
Buenos Aires
Publicó:  Desandapalabras, Poetas de Avellaneda 2007-2015, La Vuelta Al Mundo en un Poema, Encuentro de poesía ( Mun. de Quilmes), Ornigastriom, Poesía por la paz, Los Extranjeros, Lafarium, La Galería de los horrores Ausp. Universidad de México, Un puente de Palabras, Edi. Mercosur, Extraño pasajero (India)

Leyendas Argentinas

 

Leyenda del camalote

Dicen que antes, en el Río Paraná, no existían los camalotes. Que la tierra era tierra, el agua, agua y las islas, islas. Antes, cuando no habían llegado los españoles y en las orillas del río vivían los guaraníes.

Fue en 1526 cuando los hombres de Diego García remontaron lentamente primero el Mar Dulce y después el Paraná, pardo e inquieto como un animal salvaje, a bordo de una carabela y un patache. El jefe llegaba como Gobernador del río de Solís, pero al llegar a la desembocadura del Carcarañá se encontró con que el cargo ya estaba ocupado por otro marino al servicio de España, Sebastián Gaboto. Durante días discutieron los comandantes en el fuerte Sancti Spiritu, mientras las tropas aprovechaban el entredicho para acostumbrar de nuevo el cuerpo a la tierra firme y recuperar algunas alegrías. Exploraron los alrededores y aprovecharon la hospitalidad guaraní. Así fue que una joven india se enamoró de un soldado de García. Durante el verano, mientras García y Gaboto abandonaron el fuerte rumbo al interior, ellos se amaron. Que uno no comprendiera el idioma del otro no fue un obstáculo, más bien contribuyó al amor, porque todo era risa y deseo. Nadaron juntos en el río, ella le enseñó la selva y él el bergantín anclado en la costa; él probó el abatí (maíz en guaraní), el chipá (pancitos elaborados con mandioca), las calabazas; ella el amor diferente de un extranjero.

Mientras tanto, las relaciones entre los españoles y los guaraníes se iban desbarrancando. Los indios los habían provisto, los habían ayudado a descargar los barcos y habían trabajado para ellos en la fragua, todo a cambio de hachas de hierro y algunas otras piezas. Pero los blancos no demostraron saber cumplir los pactos, y humillaron con malos tratos a quienes los habían ayudado a sobrevivir. Hasta que los indios se cansaron de tener huéspedes tan soberbios y una noche incendiaron el fuerte. Los pocos españoles que sobrevivieron se refugiaron en los barcos, donde esperarían el regreso de Gaboto y García.

Después del incendio, el amor entre el soldado y la india se volvió más difícil, más escondido y más triste. Todos los días, en sus citas secretas, ella intentaba retenerlo con sus caricias y sus regalos y, sin embargo, no conseguía más que pulir su recelo.

Hasta que llegaron los jefes, se encontraron con la tierra arrasada y decidieron volver a España por donde habían venido.

Las semanas de los preparativos fueron muy tristes para la muchacha guaraní, que andaba todo el día por la orilla, medio oculta entre los sauces, esperando ver a su amante aunque sea un momento. Y, como no hubo despedida, la partida en cierto modo la tomó de sorpresa. Una mañana apenas nublada, cuando llegó hasta el río, vio que los barcos se alejaban. Los miró enfilar hacia el canal profundo y luego navegar, siempre hacia abajo, con sus mástiles enhiestos y sus estandartes al viento. Después de un rato eran ya tan chiquitos que parecía imposible que se llevaran tanto... Y, enseguida, el primer recodo se los tragó.

Durante días y días la india lloró sola el abandono: hubiera querido tener una canoa, las alas de una garza, cualquier medio que le permitiera alejarse por el agua, más allá de los verdes bañados de enfrente, llegar allí donde le habían contado que el Paraná se hace tan ancho y tan profundo, para seguir la estela de los barcos y acompañar al culpable de su pena.

Todos sus pensamientos los escucharon los porás (espíritus invisibles vinculados con los animales y las plantas, que pululaban por los ríos y los montes) de la costa, que se los contaron a Tupá (dios de las aguas, lluvia y granizo) y su esposa, dioses del agua. Y una tarde ellos cumplieron su deseo y la convirtieron en camalote. Por fin se alejaba de la orilla, por fin flotaba en el agua fresca y oscura río abajo, como una verde balsa gigantesca, arrastrando consigo troncos, plantas y animales, dando albergue a todos los expulsados de la costa, los eternos viajeros del río.

 Fuente: Tomada del muro facebook: Leyendas Argentinas  

Enrique Godoy Durán. Poeta

 

Era un ave
 
Un lucero con plumas
Que escapó de la noche
Para alegrar la mañana
 
Era un ave
Bajel de trinos hermosos
que brotaban de su pecho
 
Era un ave
De ropaje verde azul
Con una herida en el pecho
De rojo intenso de llanto
 
Porque un día
La tempestad de los odios
Desató su furia artera
Mató la alegre campiña
 
Y aquella ave
Que era voz de primavera
Canto de amor y esperanza
Voló hacia otros confines
Para olvidar a los hombres.
 
Poeta
Guatemala
Publicó: A la Sombra del miedo, Los Santos esqueletos, El Origen del Viento, Sueños de Peregrino, Mi Patagonia para ti a cuatro manos con Isabel María Álvarez (Argentina), El Diario de la Llorona (novelaa); Del Río Manso y otras aguas (cuentos),: Palabras viejas ; Quo vadis, Vita?,(poemas);  María Margarita Montenegro, La feria del rescate, La fiesta de la Independencia, El hombre de la otra orilla, El mamut volador, Las computadoras. Los apóstoles, El matrimonio de la llorona, La pelea del sombrerón contra el capitán Ala Alta. La maestra  Mirta, Locadio. (teatro)

Apellidos quechuas que fueron modificados al español!

 


En la revista Tradición, N° 21, 1958, Cusco,  el sacerdote Jorge A. Lira escribe sobre “Los apellidos indígenas” y da cuenta de haber hallado un Auto de Visita español, según el cual se obligó a los nativos con apellidos quechuas difíciles de pronunciar a cambiarlos por su traducción al español.
Así, informa Lira, pasaron los Qallo a Lengua, los Wassi a Casas, Willka a Santos, Punku a Puerta, Awka a Guerra, Killa a Luna, T'ika a Flores o De la Flor, Mayu a Ríos, Wayllas a Prado o Del Prado, Qocha a Laguna. Mientras que se asimilaron al español por su fonética, los Muya a Moya, Willka a Vilca, Taphia a Tapia, Ch’akun a Chacón, Haramillu a Jaramillo, Kiruqa a Quiroga, Kamachu a Camacho, Qollantis a Collantes, Kalle a Calle, Muntuya a Montoya, Misa a Meza, Mat’u a Matto, Yawar a Yabar, Pachiku a Pacheco, Siwayllus a Zevallos o Ceballos, Tamayu a Tamayo, Uchuwa a Ochoa, (xespe) Qespe a Quispe, etc.
Se indigna Lira y dice: “Haber leído el auto me dio la clave justa del fanatismo colonial anti indigenista, enfurecido contra lo nativo.
 Ninguna causa valedera descubro para cambiarle a uno el apellido mediante un Auto de Visita”.

HAY QUE RECORDAR:
Que estos son algunos apellidos de la antigüedad y hay también que mencionar que en la antigüedad no se tenía apellidos, sino ya era como ponerle seudónimos de las procedencias (Ayllu), de la existencia de variedades, formas, etc.
 
Aprendiendo Nuestro quechua INKA..
Fuente:  Instituto Cultural de Lenguas Originarias  / 2022


Oliverio Girondo.

 

Dicotonomía incruenta
 
Siempre llega mi mano
más tarde que otra mano que se mezcla a la mía
y forman una mano.
 
Cuando voy a sentarme
advierto que mi cuerpo
se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse
adonde yo me siento.
 
Y en el preciso instante
de entrar en una casa,
descubro que ya estaba
antes de haber llegado.
 
Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,
y que mientras me rieguen de lugares comunes,
ya me encuentre en la tumba,
 
vestido de esqueleto,
bostezando los tópicos y los llantos fingidos.
 
 
Nocturno 5
 
La lluvia,
con frecuencia,
penetra por mis poros,
ablanda mis tendones,
traspasa mis arterias,
me impregna,
poco a poco,
los huesos,
la memoria.
 
Entonces,
me refugio
en un rincón  cualquiera
y estirado  en el suelo
escucho,
durante horas,
el ritmo de las gotas
que manan de mi carne,
 
como de una gotera.
 
Visita
 
No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
La afición al misterio,
El culto a la ceniza,
A cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
Ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
Para lo inhabitado.
 
Cuando venga a buscarme,
Díganle:
"se ha mudado".
 
 Fue un poeta argentino, vinculado a la vanguardia porteña de los años 1920.
1891 – 1967
Publicó: Veinte poemas para ser leídos en el tranvía; Calcomanías; Espantapájaros (al alcance de todos); Persuasión de los días; En la másmédula

Pedro y Pablo

                               Grupos y Letras en el Rock Argentino 

Donde va la gente cuando llueve
 
Una lluvia cae lentamente
y te lloran las mejillas al reir.
Dentro del oscuro medio dia,
moretones amplios hunden el sol,
árboles en llanto lavan el alquitrán.
Donde van los hombres, corren sin ver
buscan una casa donde secar su piel.
 
Donde va la gente cuando llueve,
siempre hay un lugar donde parar.
Tierna mujercita sumergida
en las aguas de mí brazo torrencial,
beso mucha lluvia, en tu sonrisa
hay un arcoiris tierno y precoz
en el abanico de tu pestaña gris.
Ves aquellos hombres corren sin ver,
buscan una casa donde cambiar su piel.
 
Donde va la gente cuando llueve,
donde los que no tienen lugar.
 
Donde van, donde van, donde van,
donde van, donde van.
 
Donde la señora la señora de arpillera,
donde le chico del harapo y arrabal,
donde los profetas de botella.
Una chimenea fuma su paz
sobre la terraza que ellos jamás podrán.
Vamos a la lluvia niña de sol,
ves que todos corren pero no todos van.
 
Donde va la gente cuando llueve,
donde van aquellos que no van.
 
Donde van, donde van, donde van...
 
(del álbum: “Yo vivo en esta ciudad “ – 1970)
 
 Es un dúo de folk rock y canción protesta argentino compuesto por Miguel Cantilo y Jorge Durietz, creado en 1967, y considerados como unos de los pioneros del rock argentino