martes, 19 de marzo de 2024

Nº106 – Otoño 2024

 

Portada de la  Revista Literaria “Mapuche”,  correspondiente a los meses de junio/julio de 1983 ,  editada  en la ciudad de Huinca Renancó (Córdoba); en sus comienzos de forma artesanal “

Juan, se fugo

de la prisión

ya se cansó,

no aguantó mas ..

buscó la libertad

y la encontró.

 

Juan, la vida le negó

lo que a otros concedió

pero nunca hubo en él …

envidia ni rencor.

 

Juan, brindo por vos,

ya sos feliz

sos libre al fin.-

 

Ilustración y texto :Hugo Matrángolo

Revistas

 


Alegranza : Hacia una Educación Poética
Revista virtual sobre Arte y Educación de publicación trimestral y distribución gratuita
Año  4 -  N° 15 – Marzo 2024
38 páginas
Dirección : Jorge Claudio Simiz - Edición: Silvia Rivas
Columnistas:
María Antonia Sassi - Alfredo Fredericksen Neira - María Isabel Retes - Gabriela Migliano
Claudio Simiz - Amadeo Gravino - Silvia Rivas
Contacto: alegranzaconvocatorias@gmail.com
Facebook: Alegranza:  Hacia una Educación Poética
Website:https://alegranza.webnode.com/https://alegranzaconvocato.wixsite.com/alegranzaliteratura
 
Editorial
 
 Con una riquísima experiencia de trabajo compartido y de intercambio con
nuestros colaboradores y seguidores, en la noble búsqueda de consolidar la Educación
Poética no sólo en el ámbito áulico, sino en todos los espacios de nuestra cotidianidad.
 Con esa expectativa transitamos, creando, promoviendo y difundiendo espacios
de encuentro donde se puedan expresar inquietudes, iniciativas y métodos de trabajo, e
intercambiar herramientas innovadoras y experiencias.
 Propiciar la interacción entre docentes, artistas, escritores, gestores culturales,
y todos aquellos que se sientan involucrados con una educación transformadora, nos acerca,
nos fortalece y nos proyecta hacia una evolución en la manera de percibir el proceso de
enseñanza-aprendizaje, insertándolo en la realidad multivalente del siglo XXI.
 La rehumanización y los planteos que ésta requiere, necesitan de una nueva
conceptualización de la realidad (desde los hábitos más cotidianos hasta las actividades más
complejas) y de los valores que de ella emergen. La Educación Poética pretende indagar en
estos espacios donde todo está por descubrirse, para ser analizado y aprehendido en pos de
una sociedad más fortalecida en su esencia, más integrada en sus vínculos, más humana en
su humanidad.
 
       Gracias por acompañarnos.
       Seguimos trabajando.
       Seguimos creyendo.
                                       Equipo Alegranza


Gustavo Adolfo Bécquer

 


Amor eterno
 
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.
 
Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
 
Fue un poeta y narrador español del posromanticismo. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos obtuvo el prestigio que hoy tiene.
Sus Rimas y Leyendas, un conjunto de poemas y relatos reunidos, constituyen uno de los libros más populares de la literatura hispana
Sevilla.1836 - 1870.Madrid


José Onías Cuellar Calderón

 


Señalado
               La memoria es la forma en que seguimos contándonos
              a  nosotros  mismos nuestras historias.
                                                                    Alice Munro
             
Si la muerte viene hoy, estoy lista – decía la abuela al acostarse.
Al día siguiente volvería a repetir la misma sentencia, era una frase pegada en sus labios. La escuchaba siempre, especialmente, cuando le prestaba mis nuevos ojos a su ya cansada vista de mi octogenaria abue. Todas las tardes, sentados bajo la frondosa araucaria le leía sus autores favoritos: Vargas Vila, Dante, Nietzsche. Yourcenar, Pasternak.. en la pausa de cada lectura volvía ese mantra:
- Si la muerte viene hoy, estoy lista – Solo la escuchaba y continuaba con mi lectura.
Pero el día, en que por fin le llegó la hora, la muerte se le presentó. Se dirigió a ella con la parsimonia del caso con que la muerte recoge a sus adeptos. Cansada de recorrer el mundo arrastrando almas iba siempre rodeada de cierto tufillo a flores manidas. Llegó, se le puso enfrente y le preguntó si era ella a quien tocaba llevarse. ¡Muda de la impresión!.
Mi abue, solo atinó a señalarme y desde entonces vivo en el retrato de su nochero..
 

 Poeta, escritor.
Neiva. (Huila) .Colombia.
Publicó: Las voces del río.(poemas); Del amor y otros asuntos (poemas);próximo a publicar. Mujeres guerreras (novela)


Carlos Alberto Dávila

 


Con el sol a cuesta
de : Carlos Alberto Dávila
Prólogo : Nicandro Pereyra
Ilustraciones: Ponciano Cárdenas, Helios Gagliardi, Luis Mezzarda, Víctor Rebuffo
Edición de: Servicio Editorial Periodístico Argentino- Bs As 1983.
 
Caminito : Mi última morada
 
Cuando la tarde agoniza,
llevando azules quimeras;
bajo un cielo de ceniza,
volando van las esperas.
 
Y solo el camino vive
cariños y desencantos;
mientras la tarde revive
en flores, risas y cantos.
 
Hoy regreso con los años
después de haber andado,
y siento en los desengaños
el dolor a mi pasado.
 
Y aquí con el equipaje,
sin esperar ya más nada;
serás caminito el viaje
para mi última morada.
 
Por eso quiero tenerte
en esta tarde dorada,
para sentirme más fuerte
cuando no sea mas nada.

Poeta, escritor.
Buenos Aires (Argentina)
 
Publicado en Revista Literaria “Mapuche” – Año 2 - Nº 99 – Junio/Julio  1983


Leyendas Argentinas

 

Leyenda  del  piquillín
 
Cuenta la leyenda que en un lejano paraje de la Patagonia vivía un viejo indio tehuelche, criancero por toda la vida de chivos y ovejas, buen hacedor de lazos y sogas con tiento de cuero crudo...
 Que, reclinado en su asiento de blancos huesos trabados, sujetados por ese mismo tiento, miraba pasar la vida día tras día...
 Que, a pesar de su centenaria existencia, conservaba aún la fuerza de sus años de juventud, lo que le permitía carnear, hachar leña, lidiar con algún bicho maligno que se acercaba por el lugar y agasajar con un buen asado al viajero que muy de tanto en tanto pasaba por su rancho...
 Que una tarde su rostro, surcado por mil arrugas, comenzó lentamente a empalidecer, mientras su cuerpo encorvado caía poco a poco hacia adelante, como pidiéndole permiso a la tierra para posarse sobre ella.
 Que al caer su cuerpo sobre el cuchillo de trabajo, dicen que se hizo un corte en un brazo, y que la sangre que manaba se fue internando en el monte de jarillas y chañares  que rodeaban el rancho...
Que al  poco tiempo nació en ese lugar bañado por la sangre del anciano, una planta vigorosa, fuerte, curtida contra el frío y el viento patagónicos. Que esa planta es la que hoy se conoce con el nombre de "piquillín".
 Que su fruto, rojo como esa sangre y dulce como la ingenua filosofía del indio, sirvió de alimento a los arrieros y viajantes que recorrían la meseta, mientras que sus leños les proveían de hospitalaria calidez...
 

Fuente :Folclore, solo folclore.


Los Abuelos de la Nada

                           Grupos y Letras en el Rock Argentino 

Costumbres argentinas
 
Muerdo el anzuelo y vuelvo
a empezar de nuevo cada vez
Tengo en la mano una carta
para jugar el juego cuando quieras
 
Caminando, caminándote,
mi calle que quizás yo pueda cambiar
Esperando, esperándote,
costumbres argentinas de decir no
 
El problema es otra vez la situación
cada vez peor del corazón,
yo camino todo y veo
cada vez que quiero y te espero
 
Caminando, caminándote,
mi calle que quizás yo pueda cambiar
 
Esperando, esperándote,
costumbres argentinas de decir no
 
(del albúm: Los Abuelos en el Ópera – 1985)
 
Es una banda argentina de rock y pop. Fue formada en Buenos Aires en 1967 por Miguel Abuelo, Pappo, Eduardo “Mayoneso” Fanacoa, Claudio Gabis, Miguel “Miky” Lara, Alberto “Abuelo” Lara y Héctor Pomo Lorenzo, siendo la misma una de los pioneras del beat y el rock psicodélico en Argentina








La desmemoria de sultano

 


                              Un cuento de:
                              Miguel Ángel Ojeda
                              Córdoba.-
 
El chamarilero de sultano, había comprado un libro titulado “Las Memorias de Mengano, en una de esas librerías de reventa. Sucede que, desprevenidamente tiempo después, extravía el acolchado y enchapado producto del consumo visual.
Lo que lo lleva a una compulsiva búsqueda para recobrarlo.
De manera que visita amistades, conocidos, una diversidad de lugares y hasta los sitios de sus musas más remanidamente frecuentadas.
Terminado su periplo sin compensación para sus expectativas. A lo que se aboca a tal reconstrucción de lo hechos, que termina por dirigirse al cambalache del librero, donde inicialmente hiciera la adquisición.
Tras desprenderse de la enmarañada baraúnda que se lleva un micro, continuó un corto trecho, topetándose con desocupados y el pulular del gentío  que circulaba por el sector. Refunfuñando pensó: “No tiren con personal”. Al llegar, observó los sudados cristales de las vidrieras de los escaparates, y través de un haz que partía de uno de ellos y para asombro  suyo, se da con el mismísimo libro sobre una parva de variados volúmenes. De inmediato, sin perderlo de vista , atraviesa el vano y abre la puerta del arcaico local, quedando frente a la pila de textos, de donde lo quita de un periquete. Luego al ojearlo, ubica la seña digital de su pulgar izquierdo bien conservada en la segunda página del prefacio. Obviamente; la casualidad asumió un roll preponderante. Siendo que el ocasional transeúnte que encontrara Las Memorias de Mengano, lo vendió justamente a este longevo book-trade. Y así, a posteriori, con emotivo éxtasis, Sultanito  recuperaba Los Memos de Menganito. Por supuesto, de las manos del vendedor de rutina.
Y ya, cuando se retiraba, es tocado en el hombro por el susodicho fenicio, que sonriente y con aire socarrón le dice al oído:  “No se me olvide del ticket, de pasar por la caja y … de pagar por una desmemoria ..”
 
Moraleja:  “El que extravía las memorias de mengano, no es un memorioso” (Dijo, Bengano)
 
Publicado en Revista Literaria “Mapuche” – Año 2 - Nº 99 – Junio/Julio  1983


Libros

 


Mariposa cautiva (poemas), de Paula Povolo,  Buenos Aires (Argentina)
64 pág. 20 cm x 14 cm. ISBN : 978-987-3825-42-2
Diagramación de tapa e interior : Alejandro Juarez
Ilustración  de tapa: Ida Rentoul
Ediciones: La Carta de Oliver.  (Buenos Aires)
2022.-
 
Amapola
 
Una amapola de un solo pétalo
destilaba su magnetismo
en  el silencio del campo.
Irreverente, sensual, empalagosa.
Testigos de crepúsculos donde el señuelo más tórrido
es el pretexto para encuentros clandestinos.
El efluvio de un espacio que se disfraza
en los sueños de princesas sedientas
 
                                                    pág. 9
 
Cuando escribo …
 
Un témpano de miel,
la mirada otoñal de un niño
salpicando atardeceres.
La noche destila su historia
y poco a poco
cae una palabra
donde una vez
fuiste Silencio.
 
                 pág. 18
 
Mariposa cautiva
 
Mariposa cautiva
en la ofrenda antigua
de las heridas.
Premonición difusa
en la pluma anónima.
¿Dónde guardo la historia?
Sangrienta en la gruta
emprendo tu vuelo.
Perfumo el espacio
con un llanto gélido.
 
                   pág. 49
 
Vivo en los campanarios
 
Vivo en los campanarios
arrebujada en las pupilas de la madrugada.
Este es el sonido del palacio.
Un rincón sangriento
rodea los veranos.
 
Fue tu niño en el hilván del beso,
el pretexto del amor no recorrido.
Vivo en los campanarios
como la líquida armonía de los muertos.
En la médula de lo aún no imaginado,
sintiendo el azafrán de tu cuerpo.
 
El serpenteo de la playa en la impúdica
estrofa del mar.
Vivo en los campanarios
para escribirte estos versos de mujer sin enigmas.
Queda la incógnita
del velo en las palabras
como si las mariposas no  hubiesen sido crisálidas.
 
                                                      pág. 58.
 
Paula Povolo . Poeta
Buenos Aires.

El origen de los apellidos

 


En la antigüedad, no existían los apellidos.
Tomemos la Biblia, por ejemplo…
A los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento se les conocía por su nombre: Abraham, Moisés, Pedro, Juan, Mateo, Jesús, María y José. No había tal cosa como Abraham Pérez, Mateo Delgado o José García. (Cuidado: Iscariote no era el apellido del traidor Judas, ni Tadeo el del santo; eran sobrenombres, apodos).
 
Con el tiempo, las comunidades se poblaban cada vez más y más, y de momento surgían las dudas:
 
-Llévale este mensaje a Juan.
 
-¿Cuál Juan?- preguntaba el mensajero.
 
-Pues Juan, el ‘del valle’- explicaba para distinguirlo del otro Juan, el ‘del monte’.
 
En este caso, los apellidos ‘del Valle’ y ‘del Monte’, tan comunes hoy día, surgieron como resultado del lugar donde vivían estas personas. Estos se llaman ‘apellidos topónimos’, porque la toponimia estudia la procedencia de los nombres propios de un lugar. En esa misma categoría están los apellidos Arroyo, Canales, Costa, Cuevas, Peña, Prado, Rivera (que hacen referencia a algún accidente geográfico) y Ávila, Burgos, Logroño, Madrid, Toledo (que provienen de una ciudad en España).
 
Otros apellidos se originan de alguna peculiaridad arquitectónica con la que se relacionaba una persona. Si tu antepasado vivía cerca de varias torres, o a pasos de unas fuentes, o detrás de una iglesia, o al cruzar un puente, o era dueño de varios palacios, pues ahora entiendes el porqué de los apellidos Torres, Fuentes, Iglesia, Puente y Palacios.
 
Es posible que hayas tenido algún ancestro que tuviese algo que ver con la flora y la fauna. Quizás criaba corderos, cosechaba manzanas o tenía una finca de ganado. De ahí los apellidos Cordero, Manzanero y Toro.
 
Los oficios o profesiones del pasado también han producido muchos de los apellidos de hoy día. ¿Conoces a algún Labrador, Pastor, Monje, Herrero, Criado o Vaquero? Pues ya sabes a qué se dedicaban sus antepasados durante la Edad Media.
 
Otra manera de crear apellidos era a base de alguna característica física, o un rasgo de su personalidad o de un estado civil. Si no era casado, entonces era Soltero; si no era gordo, era Delgado; si no tenía cabello, era Calvo; si su pelo no era castaño, era Rubio; si no era blanco, era Moreno; si tenía buen sentido del humor, era Alegre; si era educado, era Cortés.
 
Quizás la procedencia más curiosa es la de los apellidos que terminan en -ez, como Rodríguez, Martínez, Jiménez, González, entre otros muchos que abundan entre nosotros los hispanos. El origen es muy sencillo: -ez significa ‘hijo de’. Por lo tanto, si tu apellido es González es porque tuviste algún antepasado que era hijo de un Gonzalo. De la misma manera, Rodríguez era hijo de Rodrigo, Martínez de Martín, Jiménez de Jimeno, Sánchez de Sancho, Álvarez de Álvaro, Benítez de Benito, Domínguez de Domingo, Hernández de Hernando, López de Lope, Ramírez de Ramiro, Velázquez de Velasco, y así por el estilo.
 
Así mismo ocurre en otros idiomas: Johnson es hijo de John en inglés (John-son); MacArthur es hijo de Arthur en escocés; Martini es hijo de Martin en italiano.
 
Ya ves: es así como, poco a poco, durante la Edad Media, comienzan a surgir los apellidos. La finalidad era, pues, diferenciar una persona de la otra. Con el tiempo, estos apellidos tomaron un carácter hereditario y pasaron de generación en generación con el propósito de identificar no solo personas, sino familias.
 
¿Cuáles son tus apellidos? Es muy probable que puedas rastrear su origen dentro de una de las varias categorías que te describí. Haz la búsqueda; todo río tiene su manantial…
 
Fuente: Pedro Daniel Caliva


Eduardo Platero

 


Rutina
 
Quiero huir de lo cotidiano.
Alejarme de la monotonía
aplastante y gris
que me deja sin aire
y sin luz.
Quiero correr
sobre la línea azul del horizonte,
saltar hasta la nube algodonosa
que flota allá en lo alto
y desde allí
a la estrella remota e invisible.
Sentirme libre de las ataduras.
impregnarme de libertad
absoluta
y cuando haya sacudido de mi
esta rutina,
volver,
volver otra vez
para de nuevo comenzar
lo cotidiano.
 
Sin destino
 
En el silencio gris
que la tarde guarda;
sin destino ya,
ruedan las hojas muertas
por el implacable otoño.
Al compás de la música del viento
dan los últimos giros
de su postrera danza,
para yacer al fin,
en el oscuro lecho
de una acequia,
olvidadas,
cubiertas de barro.
 
Transeúnte
 
Soy transeúnte esquivo de los días
repetidos
con implacable fidelidad.
Viajero incansable
de sueños imposibles,
con la inocencia imposible de los sueños;
de los sueños
que asoman su bello rostro
y se quedan para siempre
rondándonos.
Soy el remolino loco
que gira y gira hasta extinguirse,
la mano que tiembla en la caricia imaginada,
la sonrisa que se seca entre los labios,
la hoja moribunda que agoniza en una acequia,
el llanto oscuro del pájaro nocturno,
la voz que llama y llama
y se diluye en absurdos círculos sonoros.
Soy un  deseo insaciable
que busca el cauce luminoso
de una esperanza
remota
perdida en la insondable infinitud
del universo.
Soy sólo el transeúnte esquivo
de los días
por siempre repetidos.
 
Poema gris
 
La voz
se disolvió en ecos
cada ve más lejanos
y solo quedó el recuerdo
agridulce
de las últimas palabras
girando .. girando.
Tembló la hoja,
se asustó el pájaro,
huyó el viento
por caminos ignorados
y un dolor nuevo
inauguró en mi pecho
el camino secreto
del llanto.
 
(del libro: “Poemas para el atardecer” –Ediciones ILEA – San Rafael (Mendoza) Argentina 1982
 
 Poeta, escritor,  artista plástico y docente.
1927.  Pocito.(San Juan) Argentina -1999. (San Rafael) Mendoza (Argentina)
Publicó: "Mis pequeños poemas", "Poemas para el atardecer", "Poemas para Susana" y "Como hojas al viento". Su obra inédita contiene "Aquilino", poesía infantil y villancicos; "El regreso y otros cuentos" -cuentos-; "Teatro breve" y "El expediente", género teatral; y "Mis canciones", "Homenaje", "San Rafael tierra amada", "Palabras", "Amaneceres y ocasos", "Morir en la tarde" y "Breviario", libros de poesía.