martes, 19 de diciembre de 2023

Libros

 


Libro de otro siglo (poemas), de Rubén Américo Liggera, Junín  (Bs As) Argentina
50 pág.  ISBN 9789878845340
Arte de Tapa: Graciela Cianfagna
Ediciones del Biguá  (Junín) Bs.As
2021
 
 
blue moon
 
                                         (Billie Holliday, 1952)
 
“Y cuando miré, la luna triste
se había convertido en oro...”
 
 entonces
                                       se fue derramando
entre los dedos
y con un quejido
largo
     
        largo
           
                largo
 
se hizo en la mar
espuma
 
                           ( y aún seguiría ardiendo)
 
                                                                pág.12
 
 
En el rescoldo
 
Una hoz de duro hielo
segará el pan oscuro de la noche.
 
(Si hasta te acaricia
y te estremece el Pampero
con sus blancas manos
de muerto)
Por esta eternidad enmudeció de pronto el grillo.
 
A lo lejos, en la quieta orilla del monte,
un perro hambriento,
desde lo irremediable de su antigua nada,
batirá sanguinarios tambores de caza.
 
Y comienza un desganado lloro
de desterrado sin consuelo.
 
 (¡Ay, pero tus ojos
 queman
 desvelados bajo las cenizas!)
 
                                                                         pág. 30
 
Cielo de abajo
 
Para llegar al cielo de abajo hay que subir escaleras
de lava encendida.
 
Para ver todo el jardín de arriba hay que bajar
hasta el fuego del agua.
 
Para ser hombre hay que hincarse y besar
los labios azufrados de las piedras.
 
Para ser una mujer hay que bañarse en un manantial
perfumado con carbones relucientes.
 
Hacia el cielo de abajo iremos. La escala nos va llevando
hacia un palpitante corazón en llamas.
 
Es un sol de granito.
Es un sol de melaza y maíz.
Es un sol viejo y nuevo como el oro de Atahualpa.
 
Es el sol que abajo mora. Como un dios insepulto
en la entraña alhajada del sur.
 
                                                                pág.34
 
 
Baladas del eterno caminante

III
 
Y gritás   te sentís impotente y humillado
y el filo de los sables en alto serán largos rabiosos
lacerantes
relámpagos de fuego
sobre aquella carne nueva
apenas trébol         tiernísimos huesos
 
IV
pero osamenta inanimada luego
sin tuétano ni brillo y aún con hilachas
con cadenas  óxido
frío sargazo atrapado en las redes de los pescadores
o recogidos al tiempo por paseantes en costas desoladas
 
tienen ahora compadre, mire algas negras
en los ojos ahuecados
                                                         pág. 41
XIII
 
Un sendero desbrozado   sereno
que me llevará con paso firme y seguro, hasta tu entraña,
hasta los sueños que olvidó mi padre
entre fuelles desconsolados   naranjas ebrias
 
al encuentro de esos ejércitos sin rostro ni medallas ni galones
puestos a morir, lejos del río manso    la selva la llanura
allá en el sur        balas de hielo vientos agónicos
 
y hasta aquellos otros seres palpitantes    amantísimos
que te habrán consagrado en sus altares  candelabros azules
un alma un rostro
otro destino
como hiciste vos, Varela, como yo, como los míos,
 
como la mujer de cabellera en racimos sobre la espalda blanca
que ama besa sin reparos mi pobre carne, mi sed,
mis muchos miedos,
mi palabra insurrecta   arena   árido desierto.
 
                                                                            pág.46
 
Rubén Américo Liggera. Poeta, escritor
Junín (Buenos Aires).
Publicò: Pido Gancho; La fuente de los deseos; Cantata Alas (Música del maestro Juan José Martín†), 1987; Agua Desnuda; De espejos, fantasmas y esqueletos.(Ensayos sobre la obra literaria de Enrique Anderson  Imbert, Crítica Literaria); Piadosa Luz; Woodstock; Cenizas de Alejandría

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