Libro de otro siglo (poemas), de Rubén Américo Liggera, Junín (Bs As) Argentina 50 pág. ISBN 9789878845340 Arte de Tapa: Graciela Cianfagna Ediciones del Biguá (Junín) Bs.As 2021 blue moon (Billie Holliday, 1952) “Y cuando miré, la luna triste se había convertido en oro...” entonces se fue derramando entre los dedos y con un quejido largo largo largo se hizo en la mar espuma ( y aún seguiría ardiendo) pág.12 En el rescoldo Una hoz de duro hielo segará el pan oscuro de la noche. (Si hasta te acaricia y te estremece el Pampero con sus blancas manos de muerto) Por esta eternidad enmudeció de pronto el grillo. A lo lejos, en la quieta orilla del monte, un perro hambriento, desde lo irremediable de su antigua nada, batirá sanguinarios tambores de caza. Y comienza un desganado lloro de desterrado sin consuelo. (¡Ay, pero tus ojos queman desvelados bajo las cenizas!) pág. 30 Cielo de abajo Para llegar al cielo de abajo hay que subir escaleras de lava encendida. Para ver todo el jardín de arriba hay que bajar hasta el fuego del agua. Para ser hombre hay que hincarse y besar los labios azufrados de las piedras. Para ser una mujer hay que bañarse en un manantial perfumado con carbones relucientes. Hacia el cielo de abajo iremos. La escala nos va llevando hacia un palpitante corazón en llamas. Es un sol de granito. Es un sol de melaza y maíz. Es un sol viejo y nuevo como el oro de Atahualpa. Es el sol que abajo mora. Como un dios insepulto en la entraña alhajada del sur. pág.34 Baladas del eterno caminante
III Y gritás te sentís impotente y humillado y el filo de los sables en alto serán largos rabiosos lacerantes relámpagos de fuego sobre aquella carne nueva apenas trébol tiernísimos huesos IV pero osamenta inanimada luego sin tuétano ni brillo y aún con hilachas con cadenas óxido frío sargazo atrapado en las redes de los pescadores o recogidos al tiempo por paseantes en costas desoladas tienen ahora compadre, mire algas negras en los ojos ahuecados pág. 41 XIII Un sendero desbrozado sereno que me llevará con paso firme y seguro, hasta tu entraña, hasta los sueños que olvidó mi padre entre fuelles desconsolados naranjas ebrias al encuentro de esos ejércitos sin rostro ni medallas ni galones puestos a morir, lejos del río manso la selva la llanura allá en el sur balas de hielo vientos agónicos y hasta aquellos otros seres palpitantes amantísimos que te habrán consagrado en sus altares candelabros azules un alma un rostro otro destino como hiciste vos, Varela, como yo, como los míos, como la mujer de cabellera en racimos sobre la espalda blanca que ama besa sin reparos mi pobre carne, mi sed, mis muchos miedos, mi palabra insurrecta arena árido desierto. pág.46 Rubén Américo Liggera.Poeta, escritor Junín (Buenos Aires). Publicò: Pido Gancho; La fuente de los deseos; Cantata Alas (Música del maestro Juan José Martín†), 1987; Agua Desnuda; De espejos, fantasmas y esqueletos.(Ensayos sobre la obra literaria de Enrique Anderson Imbert, Crítica Literaria); Piadosa Luz; Woodstock; Cenizas de Alejandría
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